Una docena de buenos remates

De enero a diciembre la continuidad estuvo firme en Cacharí, y como cada segundo miércoles de mes Hugo R. Aristegui juntó hacienda en su feria para cerrar el año como lo inició y tránsito, de muy buena manera tanto en cantidad, clase y calidad.

Un embrete que pisaba las dos mil cabezas completaba una subasta bien general que agrupaba todas las categorías: gordo, invernada y cría. Vacas de diferentes estados en lo que era la hacienda a la balanza iniciaba la tarde calurosa en la feria del otro lado de las vías, y con buena participación de operadores, se colocaron sin precios raros según lo que marca el mercado.

Si bien la oferta de haciendas al kilo era importante por el aporte de los toros, novillos y vaquillonas, la parte más jugosa de la jornada llegaría con la invernada, que tanto en el macho como en la hembra los corrales parecían calcados en clase y calidad. Arzoz agradecía el acompañamiento durante todo el año, resaltó a los 87 remitentes que poblaron la feria, y sin muchos más preámbulos le dio rienda suelta al martillo para empezar a completar jaulas de novillitos y terneros.

Cuando la calidad aparecía la puja se hacía presente y ninguno  de los que se había acercado a la localidad, ubicada en la Ruta Nacional 3, quería quedarse sin su macho, por ese motivo el isa y vuelta era constante y por consecuencia la agilidad. De principio a fin los ejemplares mostraron lo que ofrece la Cuenca del Saldo y especialmente Cacharí, y así lo entendieron los oferentes que le hicieron justicia.

El destacado de la categoría invernada fue claramente para las hembras, que del primero al último corral reflejaban una calidad destacada con una línea pareja en cada uno de los corrales. Los valores fueron firmes y en resumen se puede decir que hasta mejores que los del macho, porque la necesidad se mostró interesada y no escatimó a la hora de satisfacer las pretensiones del Martillero.

Varios corrales con vientres bien puestos le darían el cierre al último martillazo de Hugo R. Aristegui en Cacharí. Vaquillonas preñadas y vacas paridas fueron pujadas y colocadas en el cierre de la tarde que prometía lluvia y la anunciaba con las primeras gotas y algunos truenos.

De pocas palabras pero siempre presente Don Hugo capitanea el barco que mes a mes junta hacienda y de la buena para que la feria se complete y congregue a compradores de diferentes puntos del país que buscan ganadería de la buena. Con un equipo fiel que mantiene firme el “Lisandro López” de la Consignataria, el año pasó satisfactoriamente con el compromiso de siempre y el respaldo de Juan y Sebastián, que como las escoltas de una bandera caminan a su lado acrecentado cada vez más una perdurable huella.

RESULTADO