En Cachari, de la mano de Hugo R. Aristegui, los buenos remates se repitieron una y otra vez en este 2021, y este jueves 9, la cosa no fue diferente, ya que con un gran encierre y buenas manos, la firmeza de diciembre se mostró del primero al último corral.

Como le marcamos cada vez que visitamos la feria del otro la de las vías, la clase y calidad que uno encuentra embretada sigue llamando la atención de propios y extraños, ya que sin importar l mes en el que se realice la venta, los compradores aben que lo que encontraran será sobresaliente. En esa tónica se desarrolló el último del año para Hugo, que de la mano de Juan Cruz, Sebastián y un gran equipo, volvieron a dejar en claro lo que vale la invernada en realidad.

Machos y hembras, alguno más pesados, recriados y de la nueva zafra, se repartieron gran parte de la feria, y como en una foto repetida los lotes calcados, de la mano de Ricardo, se empezaban a colocar. Veinte días de plazo para el pago no frenó la necesidad de compra, y con una agilidad que ya es costumbre los compradores iban armando jaula.

Terneros y ternera de la Cuenca del Salado, y específicamente del partido de Azul, son buscados por quienes necesitan cargar sus corales de lo bueno, y si hay alguien que ofrece ese tipo de haciendas, es Aristegui en Chachari. Los clásicos nunca pasan de moda, se suele escuchar por ahí, y aunque este se corrió dos días, ninguna acumulación de remates le hizo sombra ante semejante oferta ganadera.

El gordo tiene su clientela y un martillero que no afloja en su andar, y como sucede cada treinta días, el ida y vuelta se hace interesante ante un mercado que recupero terreno y muestra una firmeza que pare haber llegado y no irse nunca más.

Se cierra un 2021 ce corales cargados, de buenas ofertas y de una imagen bien clara que marca el rumbo hacia donde se debe trabajar. Responsabilidad, seriedad y hacer las cosas a conciencia hicieron que Hugo. R. Aristegui, cerrara un nuevo año con ventas destacadas, que en más de un mes, dieron que hablar.