La Paz de Grandío coronó su venta número 48 de manera bárbara en la Rural de Tandil, y con un importante acompañamiento en la grada de la pista central, colocó todo lo ofrecido a muy buenos valores y con una agilidad notable para en una hora y media haber liquidado todo.

La soleada tarde de este miércoles 31 de agosto no solo cerraba el octavo mes de año, si no que marcaría un gran día para la cabaña tandilense. Con el trabajo de Monaterio Tattersall y la Cooperativa Agrícola Ganadera de Tandil y Vela Limitada, ningún detalle quedó librado al azar, y los compradores invitados no fueron para nada defraudados ante la imponente torada presentada este año.

Angus Puros de Pedigree y Puros por Cruza fueron pasando por el ring de venta bajo la atenta mirada de quienes iban a levantar la mano, y seleccionado cada uno de ellos, los negros y colorados se repartieron a diferentes puntos cardinales. Alfonso, Jorge y Sebastián se desenvolvieron con soltura cada uno en su momento, y sin bajar la intensidad del martillo, iban vendiendo uno a uno los toros, disfrutando de lo que estaban haciendo.

Cuando las manos están “nos agrandamos” expresó Monasterio finalizado el remate, y eso sucedió en la Rural tandilense, el clásico de Grandio tuvo su importante acompañamiento de un lado y del otro de la tribuna. La cara de satisfacción de Tom lo decía todo, propios y extraños se sorprendieron por la dinámica y el resultado final obtenido en este remate, que como todo clásico, nunca pasa de moda.

La venta se redondeó con unos lotes de vaquillonas que iniciaron la jornada en la adoquinada pista, y con una fluidez e interés destacado, también dejaron su huella en este miércoles cerrando el mes de agosto. Las de la Paz, junto a las Hereford de Ferreiro, no dejaron dudas de que el vientre hoy se busca y se paga bien, o por lo menos el que paso por pista tuvo ese resultado.

Un gran día fue este miércoles para la familia Grandio, que incansablemente trabaja en la selección para coronar remates como el de hoy en la Rural de Tandil.