Del otro lado de la vía en Chachari, la zafra 2023 sigue derrochando clase y calidad, porque con una exposición de terneros y terneras, Hugo R. Aristegui coronó el mensual de abril con un gran encierre y sostenido acompañamiento, vendiendo todo lo encerrado en la tarde de este martes 11.

Ya no es novedad de lo que ofrece la Cuenca del salado, como tampoco lo es lo que embreta Don Hugo, y esa combinación de hacienda y corrales reflejan una imagen de ganadería pura en una zafra que avanza de muy buena manera. La cantidad era importante pero eso no hizo que las ofertas de cayeran, muchas manos en busca de lo bueno se dieron cita en el partido de Azul a la espera de por hacerse acreedores de lo ofrecido.

Novillitos y terneros reflejaron de qué se habla cuando hay inversión y trabajo pese a todo tipo de inclemencias, y así lo entendieron los compradores, que por momentos se olvidaron de la calculadora y se abocaron a pensar en la calidad. El Ritmo lo marcó el martillo y las ofertas llegaban rápidamente para no quedarse sin los casi dos mil machos encerrados, porque remates hay muchos, pero como los de Aristegui no siempre se dan.

La hembra cambió de mando pero la intensidad se sostuvo, y tanto en vaquillonas como en terneras los compradores manifestaron todas sus intenciones. Firmeza de principio a fon fue una constante de la venta en Chachari, donde los compradores saben bien lo que van a encontrar y por eso llegan desde diferentes puntos cardinales.

Los vientres del final, sumando a la buena cantidad de faena, coronaron esta interesante subasta del mes de abril, donde los valores fueron firmes, sostenidos y con demanda activa para cada una de las categorías.