Lo expuesto por Hourcade, Albelo y Cía. en el medio día de este viernes 21 de abril en los corrales de la Rural fue un claro ejemplo de que se habla de calidad cuando se menciona a Rauch como zona de cría, porque con una ternerada soberbia y vientres que sorprendieron en el final, concretó un muy lindo remate donde las ofertas dijeron plenamente presentes coronando una venta sin fisuras.

Pasadas las 11.30 Víctor Sisinni hizo sonar el martillo con los novillitos más pesados, y de ahí en adelante la gran cantidad de manos se pelearon por levantarse lote a lote. Con mayor o menos kilaje, con más o menos plazo, los machos fueron mostrando, por momentos, que las calculadoras no tenían topa, y ante semejante exposición no había que dejar pasar la oportunidad.

Terneros negros, colorados y caretas eran el atractivo de una feria colmada, que volvía a arrimarse a los precios de febrero, cuando la invernada valía y no se sabía hasta donde podía llegar. Las inclemencias del tiempo y la incertidumbre país juegan su partido en el negocio, pero hoy la clase de lo ofrecido se impuso ante esta realidad.

Cruzar la calle y encontrarse con un conjunto de hembras donde un corral era mejor que otro, y por eso la intensidad impuesta por Víctor no bajó en ningún momento. Palo y el “dale totito” fue el sonio ambiente que reinaba en lo que era la primera hora de la tarde, que cuando uno recordaba el inicio, se daba cuenta que la venta avanzaba con agilidad.

Las niñas del remate también obtuvieron una respuesta saludable de los compradores, que de diferentes zonas del país se arrimaron a la Capital del Remate Feria para hacerse de hacienda con rendimiento y futuro. Todo lo anunciado en cuanto a invernada era historia, y no quedaba más que enfrentar una gran oferta de vientres y ver que sucedía.

Las vaquillonas preñadas de Giusti, negras y coloradas, marcaron la sorpresa de la tarde, por el interés marcado y los precios del final. Cuando parecía que la preocupación y dureza de la venta podrían ser protagonistas, las manos pujaron fuerte y pagaron de buena manera lo encerrado, tanto las más jóvenes, como las vacas ¼ diente del final.