
Se vende y eso es lo importante
En un contexto de mercado planchado y una seca que preocupa cada vez más a los productores, Hugo R. Aristegui sumó uno más a su calendario con hacienda a la balanza, buenos lotes de invernada y vientres, sacando adelante una venta ágil que para esta época no es poca cosa.
La tarde calurosa de este miércoles 9 de noviembre tuvo su jornada ganadera en los corrales del otro lado de la vía en los pagos de Cachari, donde de buena manera y aprecios que no se salen de libreto, la firma local celebró su mensual de noviembre. Una cantidad de vacas en sus tres categorías mostraban que lo que sucede en Cañuelas se replica en el interior, y con acompañamiento de los fieles operadores, todo lo que dio inicio a la venta salió rápido.
Tomas Arzoz liquidaba el gordo para entregar el mando a papá Ricardo que se hacía cargo de la invernada en las dos filas de machos. El experimentado martillero pedía sin parar, y en ese tironeo que hoy se ven en la ferias, las manos se fueron levantando dependiendo el tope que le ponía a cada comprador la máquina de calcular.
El macho camino firme en los precios que hoy marca la actualidad, y tanto los pesados como los livianos tuvieron su demanda atenta y necesitada de compra. La hembra volvía a tener a Tomás como maestro de ceremonias, y si bien las caras de los oferentes eran otras, con un gran trabajo desde la camioneta, el tresarroyense defendió a capa y espada todo lo remitido por los productores que mes a mes confían sus haciendas.
La parte final sería para colocar unas vacas preñadas y paridas, que si bien con otra situación de pasto los valores serían distintos, quienes levantaron la mano no hicieron más que pagar lo que hoy marca el mercado. Cuatro toros Angus harían sonar el martillo por última vez en la tarde de Cacharí, donde Hugo R. Aristegui salió airoso en un momento donde vender todo lo encerrado no es poca cosa.