De a uno come la gallina y se llena, se escucha cada tanto decir al martillero, y con esa filosofía mes a mes Arzoz y Brivio van afirmado a Tres Arroyos como una plaza ganadera donde, como en la tarde de hoy, las haciendas gordas, de consumo, invernada y vientres, encuentran su lugar para ser comercializadas.

Con más de 600 cabezas, y a menos de 30 días de concretado el anterior, el binomio padre e hijo y la más antigua volvieron a cargar la vieja feria con una interesante cantidad de hacienda donde se destacaron, principalmente, las vacas. Cantidad y calidad se vieron del primero al último corral en cada una de las categorías, porque a la importante oferta de gordo se le sumaron unos lotes de invernada bien puestos, y nueve vacas preñadas para finalizar.

Pasadas las 14 horas la importante cantidad de compradores se dispuso alrededor de la camioneta para que Ricardo diera la voz de aura y el martillo empezara a sonar. Unos diez corrales de consumo iniciaban la subasta que rápidamente tomaba ritmo ante la gran cantidad de manos dispuestas a ofertar por una categoría que no abunda, y de la cual no es momento fácil para encontrar calidad.

De más cerca o de más lejos los oferentes no quisieron faltar a la cita que cerraba la primera semana de mayo, y con buenas intenciones cuando empezaba la vaca se plantaban para pujar y comprar. Gordas destacas, manufactura muy firme, conserva y toro para el final, ocupaban gran parte de la feria y generaban un ida y vuelta constante entre martillero y compradores que no dejaban de sacar cuentas para poder completar.

Uno de los momentos que marcaron la tarde soleada de Tres Arroyos  fue una consignación de vacas para invernar que, con una calidad destacada, tenían muchos ojos puestos y que cuando estacionara la camioneta no iban a aflojar en sus intenciones de comprar. Y así se dio el tironeo para pagarlas de buena manera (de $130,00 a $138,50) y podérselas llevar al campo para volver a engordar.

La invernada con lotes chicos, pero de buena calidad, sumado a las 9 vacas preñadas, invitaban a encarar la última fila que le pondría el broche a una hermosa tarde donde la oferta y la demanda dijeron presente de principio a final.

Trabajando en ser una alternativa de venta, y un lugar donde el pequeño y mediano pueden tener para comercializar, Arzoz y Brivio ya llevan tres en este 2021, y como quien no quiere la cosa, se van afirmando para dar un mensual, buscando mantener la constancia, el acompañamiento y el respaldo que le permitan el primer viernes de cada mes poder rematar.