
Retenciones. Quiénes pagarían menos con las compensaciones en la soja
El ministro de Agricultura, Luis Basterra, presentó ayer un esquema de compensaciones a la soja con el cual busca amortiguar el reclamo del campo contra la suba de las retenciones del 30 al 33% .
Estas son las claves de la propuesta, que representa destinar unos US$186 millones sobre US$354 millones que el Gobierno estima recaudar por la suba del tributo.
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42.460 productores, que son el 74% de los productores y hacen el 23% de la soja, serán los alcanzados por la compensación.
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14.886 productores, que son el 26% de los productores y realizan el 77% de la soja, se quedarán afuera del beneficio.
¿Cómo quedarían las retenciones con la compensación?
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20%. Para quienes producen menos de 100 toneladas. Son unos 12.275 productores.
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23%. Para quienes producen de 101 a 200 t. Abarca a 9575 productores.
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26%. Corresponde a quienes hacen de 201 a 300 t. Son 6682 productores.
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28%. Para los que cosechan de 301 a 400 t. Son 4643 agricultores.
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29%. Es para los que hacen de 401 a 500 t. Esto es 3289 productores.
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30%. Para los productores de 501 a 1000 t. Representa a 5941 agricultores.
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33%. No habrá compensación para los que superan las 1000 t. Son 14.884 productores.
Qué pasa con las retenciones a otros productos
Con la suba de tres puntos más en los derechos de exportación, y considerando que ya se comercializaron de la actual campaña 15 millones de toneladas de soja, el Gobierno recaudará un extra de US$354 millones. De esa plata, unos US$186 millones irán para la compensación a los productores de soja y otros 167 millones de dólares para una rebaja de retenciones a las economías regionales y otros granos.
En rigor, arvejas, porotos, garbanzos, lentejas, tendrán bajas de 9 a 5% en las retenciones. El maní pasará de 12 a 7%. Para el trigo y el maíz, quedan con las retenciones en el 12%, pero habrá reducciones para los productos procesados. En efecto, la harina de trigo verá reducida la tasa de 9 a 7%. En girasol la retención se disminuirá de 12 a 7% (en girasol confitero y aceite de girasol se pasa de 12 a 5%). Por el lado del maíz pisingallo, que se usa para pochoclo, del 9% ahora pagará 5%. En arroz paddy, la tasa que estaba en 12% ahora se retrotraerá a 6%. El arroz pulido cambia de 9 a 5%.
No habrá cambios para la carne vacuna, que continuará con una alícuota del 9%. En tanto, hay una reducción del 9 al 5% en carne ovina y de 9 a 5% para carne porcina. La leche sigue sin cambios, con un 5%.
Rubros favorecidos y rubros castigados por el nuevo esquema
Nada demasiado creativo, pero dentro de lo esperado. Toda la agitación de la última semana, desde cuando se cerraron las exportaciones preanunciando un cambio en las retenciones, terminó con una redistribución de la carga fiscal entre distintos segmentos del sector agropecuario. Al menos, es lo que aseguró ayer el ministro Luis Basterra al finalizar la esperada reunión con la Mesa de Enlace: los reajustes de las retenciones no implican un aumento bruto de la recaudación, sino una transferencia intra-sectorial de los ingresos.
Así, algunos rubros quedaron “favorecidos”, y otros más castigados que antes. Todos sabían que era inexorable el aumento de un 10% de las retenciones de la soja, que pasan de 30 a 33%. Lo había anticipado de manera implícita el propio presidente Alberto Fernández en su discurso del domingo en el Congreso. Fue cuando dijo que sólo un producto sufriría aumento de la gabela, mientras otros 25 experimentarían reducciones.
La novedad es que se exime del aumento a los productores chicos y medianos, de hasta 1.000 toneladas, es decir, que facturaron por esta especie hasta 250.000 dólares la campaña pasada. Recibirán una compensación que veremos cómo se efectiviza. Una alquimia políticamente correcta y económicamente inexplicable.
Quedaron igual el maíz y el trigo, lo que es poco saludable. Un 12% de retenciones va a complicar mucho las intenciones de siembra. En particular en las zonas más alejadas de los puertos. El mensaje es que los productores de esta zonas deben apelar a la transformación en origen, agregándoles valor bajo la forma de proteínas animales u otras estrategias.
No quedaron bien las carnes. Se esperaba una diferenciación entre los cortes de alto valor para exportar, y los que se destinan al mercado interno. Los primeros, al 5%, los segundos, al 12%. Pero parece que todo queda en el 9%. Veremos. Sí exhibieron una mejora sensible los productos regionales, con retenciones en torno al 5%.
Queda como tarea pendiente el logro de fórmulas que permitan compatibilizar las urgencias fiscales con el crecimiento de la producción exportable, que es la única alternativa para volver a crecer. Por ahora, todo se resume a una puja entre un gobierno que quiere recaudar y un sector productivo que exige que el ajuste lo haga la política. De los laberintos se sale por arriba.
Fuente: lanacion.com - clarin.com