
Rematato!
Con Tato a la cabeza y un gran equipo como respaldo, Arribere, Ugarte & Cía. remató en el mediodía de hoy 2.485 vacunos en un clásico gordo, invernada y cría, donde con tres palabras se resumiría la jornada: cantidad, calidad y manos.
Cuando se habla se zafra, indudablemente los cañones de los ganaderos apuntan hacía la localidad de Rauch, porque como buena zona de cría la ternerada que sale año a año pareciera no tener fin, y lo de la mañana de este jueves en la Rural fue un claro ejemplo de ello. Con 1094 machos y 763 hembras, la subasta iba a tener de todo y para todos, por ese motivo, y pese a esta bendita pandemia, se arrimaron desde diferentes puntos cardinales en busca de las haciendas.
De Córdoba, La Pampa, Santa Fe y varios rincones bonaerenses, los compradores se dieron cita a una venta que día día iba incrementando su cantidad. Lluvia de por medio y postergación de martes a jueves no impidieron que la Consignataria superara los 100 remitentes que, como en meses anteriores, confiaron su capital a una firma clásica de Rauch que no para de llenar corrales.
Valores muy firmes, con plazos de que rondaron entre 30, 45 y 60 días, el carro fue avanzando en lo que era el plato fuerte de la subasta. Terneros y novillitos en primer lugar, y terneras y vaquillonas para seguir caminando del otro lado de la calle, eran las categorías que sobresalían ya sea en lotes de 10, u otros de más cantidad.
Un Mariano Pallazo endemoniado pedía y sacudía el hierro ante una importante cantidad de manos, todas deseosas de poder completar. En menor o mayor medida, varios de los que acompañaron nuevamente a Tato pudieron hacerse de una compra, que a esta altura de la mañana no era fácil de concretar.
El inicio de la jornada estuvo a cargo de una cantidad interesante de vacas, que entre gordas, manufactura y conserva se repartieron, junto a los toros, una fila y media de corrales, teniendo 570 cabezas como suma total. Operadores habituales, y alguno con una marcada necesidad pujaron a buenos precios cada una de las categorías para que el martillero fuera calentando la garganta, ya que a la subasta le quedaba mucho por caminar.
Vientres preñados y paridos, ahora sí en la otra parte de la feria, le iban a poner el broche a una mañana fresca pero de sol pleno. Vacas usadas en ambas categorías salían al ritmo que marcó toda la venta, y sin demorar mucho las manos de los oferentes se hicieron notar para que Mariano le bajara el martillo e hiciera la invitación para junio, donde con algunas cabezas ya anotadas, Arribere, Ugarte & Cía. volverá a rematar.