Veintiocho años de hacer las cosas de una manera que se celebraron a puro martillazo, porque rodeados de clientes, amigos y muchos corrales con hacienda, Ledesma y Cía. coronó un aniversario más en la otoñal tarde tandilense de este miércoles 10 de mayo.

Con casi tres mil quinientas cabezas embretadas, la Consignataria de calle Maipú, recibió animales hasta el día antes de la venta, donde la vaca ocupó gran porcentaje de los corrales, pero también el buen consumo y los lotes de invernada. Siempre el productor guarda su tropita para el aniversario de la firma, y lo de esta tarde en la Sociedad Rural no fue la excepción.

A sabiendas de que el mercado está abarrotado de vacas, Luis Ledesma no le mermó al tranco, y sin dejar pensar mucho a los compradores,  le dio palo desde el comienzo con las gordas. El valor para las vacas no es el de hace 30 días atrás, pero en contexto donde hay que trabajar más los remates, Ledesma y Cía. le hizo frente a la situación y a una importante oferta de manufactura, conserva y toros, que también se vendieron de forma ágil.

Siempre el consumo tiene su lugar cada 30 días, y en este aniversario no podían faltar los corrales de vaquillonas, novillitos y novillos, que como siempre encuentran las manos que esperan esa categoría. A corral, suplementados o a campo, se colocaron a precios de plaza son puja interesante de un lado y del otro de los corrales, siendo un conjunto de overos la ante sala de la invernada.

Pesados, entre pesados y livianos, los machos mostraron la calidad de una zafra que todavía tiene resto para ofrecer comenzada la estación del otoño. La inversión y en trabajo de los productores dieron sus frutos a la hora de ver como se levantaban las manos en los corrales que dan linderos a la calle Pedersen. Luis abría y las ofertas no se hacían esperar, teniendo en algunos lotes valores destacados ante un mercado que se encuentra estacionado.

La hembra continuó con la tónica de los terneros, y si bien los valores son otros, la demanda nunca dejó de proponer,  haciendo que el carro avance sin importar que iba en subida. Destino madres o directamente para engordar fueron mostrando el camino hacia la recta final de una venta que hasta el momento caminaba sin fisuras.

Vaquillonas y vacas usadas preñadas ponían el broche final a una subasta que junto a muchos clientes y amigos en las calles adoquinadas, y con el precio que hoy se maneja la categoría, corral a corral se fueron colocando para cerrar la jornada de festejo. El martillo sonó y revalido la confianza brindada por los productores, que en un contexto complejo encontraron el respaldo de la Casa en defensa de su mercadería, logrando que se venda bien, y se compre mejor.