Que lo que suene sea solo el martillo

Se terminó el 2019 para los remates ferias en el Centro Sudeste de la Provincia de Buenos Aires  con altibajos de mercado, incertidumbre económica, dólar cambiante y la expectativa de que lo logrado hasta el momento no se catapulte hacia atrás con el nuevo gobierno que asumió el ultimo 10 de diciembre.

Sonamos se escuchaba en los pasillos de los corrales en los remates de finales de diciembre cuando ya eran ratificadas las medidas que se esperaban una vez conocido los nuevos mandatarios. Sí, las retenciones al parecer volvieron,  ¿para quedarse?, es el interrogante planteado,  porque los productores no están a gusto y temen perder lo logrado en los últimos años.

La cuestión es que los corrales volvieron a cargarse de una ternerada entreverada, con novillitos y vaquillonas con edad y los nuevos más livianos que hacían superar las tres cifras cada vez que el carro paraba en el lote. Con demanda activa pero analítica, los remates fueron saliendo de manera ágil con valores estabilizados en todas las categorías, pero con una merma en varios de los renglones respecto al último informe, principalmente en los precios máximos.

El 2019 se caracterizó por una gran oferta de terneros y terneras que principalmente reflejaron calidad y el trabajo de los productores a la hora de la selección en genética. Por otra parte también tuvo remates sobresalientes y otros que quedaron atrasados con diferencias de días por la gran convulsión económica que generaron las Paso  y la suba sustancial del dólar.

Lo destacado del año en las ferias bonaerenses fue la gran oferta de vacas a la balanza, que gracias al empuje de compra por parte del país asiático, los valores tomaron un sabor especial para los productores y las Consignatarias jugaron de sucursal del Mercado de Liniers ante la gran demanda de operadores que buscaban la categoría en el interior. La vaca China,  como se la denominó, fue un gran empuje a la ganadería,  pero también a la economía en general, porque pasamos a ser el gran proveedor de una gran demanda, la cual se debe sostener y cuidar para el bien de todos.

Para cerrar el año haciendo un repaso de las diferentes categorías que se encuentran en las subastas del Centro Sudeste Bonaerense, podemos decir que el consumo por momentos creció y empujo, pero también se estacionó y le costó encontrar el valor ideal para traccionar las demás categorías. Por el lado de los vientres los valores estuvieron muy al filo con el número que necesita el productor, por momentos se mal vendieron,  y encontrando el final del año repuntaron en los precios encontrado su lugar ideal.

Se va un año de subasta, de corrales llenos, de calor, frio, lluvia, tierra, pero principalmente de trabajo y pasión ganadera que ponen tanto compradores como vendedores, entendiendo que es la única manera de salir adelante. Reglas claras, empuje institucional, acompañamiento y firmeza en los mercados es lo que esperamos para el 2020, deseando de todas las maneras posibles que los “nuevos” no nos hagan sonar.

VALORES DE REFERENCIA