Después de la tormenta llega la calma y aquí en lo climatológico salió el sol, pero en relación al mercado luego de un ciclón sufrido tras las Paso en cuanto a valores, las categorías en la feria parecen haber empezado a encontrar su techo, y salvo la vaca que goza de firmeza y manos, el resto está a la espera de saber cuál es el valor real, y las más de dos mil cabezas encerradas por Ledesma y Cía. en la tarde de este lunes fueron un fiel reflejo de ello.

Buena cantidad de vacas y toros, algo de consumo definido y un encierre destacado de invernada, fue la oferta que dispuso Luis y equipo en los corrales de la Sociedad Rural donde, pese al mal clima de la mañana, los compradores se arrimaron para justificar el gran esfuerzo de los vendedores a la hora de remitir las haciendas. Pasadas las 14.30 el martillo empezó a sonar frente a un conjunto de vacas interesantes que rápidamente mostraron la firmeza que hoy ofrece el mercado.

Gordas, manufactura y conserva no se sacaron mayores diferencias ante una industria que se mostró necesitada y abridora, y ni hablar al momento de los toros, que si bien lo embretado era sobresaliente, los valores acompañaron de buena manera. El consumo no ocupó muchos corrales, pero los que tenían vaquillonas, novillitos y novillos se vendieron  rápidamente a los locales que otro mes más acompañaron a la firma tandilense.

La invernada anunciada dijo presente en su totalidad adelantándose a las lluvias anunciadas, y tanto en machos como en hembras los lotes destacados llamaron la atención de muchos por la época del año en la que estamos. Los precios son otros, la baja del consumo hace lo suyo y los ochocientos parecen ser la moneda corriente de esta época, que si bien no está mal, se espera que los valores sean otros.

La tormenta pasó, dejo buenas aguas y ahora a esperar que los campos comiencen a tirar en una primavera tan esperada para que los precios se acomoden y los ganaderos puedan disfrutar un poco más.