
No hay pandemia que frene las ventas en Cacharí
Desde marzo en Cacharí se sigue extrañando el bullicio y el machacar del martillo, pero eso no ha modificado ni un centímetro el andar de las ventas, que sin público siguen saliendo de muy buena manera con precios sostenidos y demanda activa, como lo fue la última jornada de este miércoles 9.
Casos que aumentan, otros que se recuperan, más controles y barbijos por doquier son parte del contexto que ocupa hoy a la localidad del partido de Azul, pero así y todo Hugo Aristegui, bajo un estricto protocolo, sigue encerrando y vendiendo como si nada afectara el comercio. Encierre de gordo e invernada juntaban poquito más de mil cuatrocientas cabezas que como es una constante se vende directamente y por teléfono.
La concentración de hacienda es hoy la herramienta que tiene el equipo de Hugo para seguir traccionando entre los productores y los compradores, siendo la feria el epicentro donde se organiza la venta y se le dá el posterior destino. Vacas y toros dejaron buenos números con doscientas cabezas ofrecidas, manteniendo la tónica de Liniers sin retroceder un poco.
La invernada no sorprende en lo más mínimo por la trayectoria que ofrece cada mes Aristegui, porque el trabajo a conciencia de los ganaderos de la región se ve mes a mes reflejado en los corrales y respaldados en los precios. Machos y hembras volvieron a mostrar firmeza e interés y por eso los valores finales parecen no aflojar por más que pasen los meses.
Uno más de extrañar la previa, los mates en la oficina, la camaradería y el poder caminar siguiendo el carro. No es momento de revelarse y sí de cuidarse, y eso viene sosteniendo fielmente Hugo Aristegui, desde que comenzó la cuarentena, desde Cacharí.