La actualidad del mercado hace que en los remates las haciendas deban defenderse hasta la última moneda, y eso ocurrió en el medio día de este jueves 13 de octubre con Ferias Rauch, que con un lindo embrete logró colocar todo a valores razonables, pero con un trabajito extra de la garanta del  martillero a la hora de sostener las ofertas.

Tal cual se anunciaba en la previa las haciendas gordas, de invernada y vientres completaron dos filas de la feria rauchera, y con acompañamiento interesante de compradores, pasadas las 11.30, Pablo San Cristóbal comenzó a hacer sonar su martillo. Buen número de vacas, ya sea gordas, manufactura y conserva, acompañado por los toros y un lote destacado de consumo en el inicio, marcaban el comienzo de la venta, que iba a probar la durabilidad en la cuerdas vocales del titular de la firma.

Lo trabajosa de la venta no fue por falta de ofertas, sino porque ante una seca tremenda y una inflación que no deja de golpear, lo que se trató en cada corral fue de defender las haciendas de los productores que remiten en un contexto negativo. Entendiendo la tónica del momento, los compradores levantaron su mano hasta donde les daba el tope, y Pablo sin darles mucho margen no paraba de hacer sonar el hierro.

Unos lindos lotes de invernada, entre machos y hembras, hacían que la agilidad del medio día no aflojara ni un poco, y tanto los terneros como las terneras salieron a precios similares a los de otras ferias, marcando que lo de hoy no es casualidad. Lo que si sorprendió, y de buena manera, fueron tres corrales de vacas nuevas preñadas parición otoño, que cuando parecía que la jornada se podía llegar a trabar, la mano de un productor y cabañero no dudaron en asomarse para comprar el total de lo ofertado.

En un contexto complicado para el mercado, Ferias Rauch sorteo uno más de su calendario, que todavía marca fechas por concretar ya sea de local como en las nuevas plazas donde San Cristóbal y equipo también viajan a trabajar.