Pasan los años y Oscar sigue moviendo sus toros con su vara bien artesanal para que clientes y amigos aprecien el trabajo familiar que hay detrás de cada ejemplar, y eso sucedió en la tarde de hoy en Tandil, cuando con toda su Fe, camino la pista de un lado al otro mientras Madelán vendía uno a uno los Angus y Hereford.

Como cada año desde los pagos de Gardey llega una torada y vientres bien presentados para  el deleite de quienes son conocedores de la Cabaña. Comenzando por Tedín y terminando en la propia Fe, los animales van evolucionando en su proceso avalado por el gran trabajo de selección y crianza.

Desde temprano por los corrales cada uno fue eligiendo el suyo, y al momento de que la actividad se diera lugar en la pista, las manos se iban a ir levantando con elecciones en cada uno de los lotes. Santiago Vidal Molina tenía la linda tarea de martillar los destacados toros y vientres de la Fe de Frias, y dando lugar a todos, esperándolos hasta el final, fue subastando a valores firmes todo lo que pasaba por debajo de él.

Negros primeros y pampas después, desplegaron toda su clase y calidad para que los oferentes pujaran todo el tiempo en busca de poder tener un toro. Con valores destacados en los mejores lotes, y elecciones que se movieron al ritmo que el mercado marca hoy, el remate fue saliendo, no quedando ningún reproductor por vender.

Las vaquillonas preñadas y paridas, Angus y Hereford, también tuvieron su público cautivo, y si bien eran las encargadas de ir cerrando la venta, el interés siempre estuvo presente. Las propias de Frias, más las Angus MAS de La Cercanía, le iban a poner el broche a una tarde cien por cien ganadera, que volvió a tener protagonismo en la Sociedad Rural de Tandil.