
La casa está en orden
Como en una jugada estratégica de ajedrez, Los Ceibos movieron las piezas de su tablero para lograr lo conseguido en la tarde de hoy, buenas ventas, gran acompañamiento y una presentación en las haciendas que puede enmarcar el trabajo de Leandro y Marcos en la famosa frase de las pascuas de 1987, “la casa está en orden”.
Con la sensación de que, tantos las negras como las blancas, ocupan su debido lugar en los 64 casilleros, la familia Grasso encaró este 2022 con el convencimiento de que el trabajo realizado, para llegar a su venta anual, era el correcto, y así lo demostró la buena cantidad de clientes y amigos que se llegaron hasta el acceso a Gardey. Toros y vientres Angus, Hereford, Shorthorn y Limangus ocuparon casi el total de los corrales, en una feria muy bien presentada, para ponerle el condimento a un evento ganadero que siempre marcó fecha en el almanaque.
El equipo de Sáenz Valiente encargado de las ventas, con un gran trabajo de Rodrigo Menchón, hizo que tanto la camioneta afuera, como en el banco desde adentro, el martillo nunca perdiera intensidad. Los promedios fueron buenos, pero ante tan importante respuesta y elección en cada uno de los lotes, los valores llegan a quedar en segundo plano, porque la satisfacción pasa por vender todo, y que cada uno de los que se acercó hasta el campo haya podido elegir su vientre y toro.
El negocio tuvo su inicio pasado el mediodía con las vaquillonas preñadas y paridas Angus, Hereford y Limangus, tanto propias como de invitados. Anteojito como hace 13 años ininterrumpidamente es la cabaña encargada de romper el hielo con los vientres, y con una clientela fiel a los productos que presenta, uno a uno fueron colocándose los corrales de negras y coloradas, esta ultimas con mayor cantidad de manos y valores más sobresalientes.
El momento de las hembras avanzó a paso firme de la mano de Guillermo Aristizabal, que por cesión de Gervasio, tomó la posta en lo que era la venta por los corrales. Además de las Angus de Coronel Suárez, don lotes de Hereford de Aleluya y 3 de Limangus propios de la cabaña, mostrarían una variada oferta de madres antes de pasar directamente a la carpa.
Almuerzo de por medio, Himno Nacional, y palabras de los dueños de casa después, le daban la señal de verde a Gervasio Sáenz Valiente, para que con su característico humor e histrionismo, llevara a delante todo lo que era la venta de toros PP, PC y PR. El martillero pedía y las manos aparecían de un lado y del otro de la carpa para pujar por los interesantes ejemplares Angus, Hereford y Shorthorn que pasaban por la pista.
Elecciones, puja y un gran acompañamiento de criadores locales y cabañas de diferentes puntos cardinales e importancia en las razas, se tironeaban para poder quedarse con algún toro de Los Ceibos, que debo decir, sorprendieron a más de uno. El trabajo en la previa dio sus frutos, y el haber adelantado con visitas y publicaciones lo que se iban a exponer, hizo acercar a más de uno que quizás había fallado algún año.
Todo va tomando la forma que Leandro, Marcos y familia fueron diseñando cuando decidieron poner el reloj en cero y comenzar a jugar esta partida, que solamente se sostiene en el tiempo, si se acomodan bien las piezas, pero principalmente si se hace haciendo familia.
Como si fuera poco
A la gran oferta de toros y vientres esta vez la Cabaña tanbien expuso y sacó a venta seis potros, un padrillo y tres carneros, que si bien fue lo que más hizo hablar al martillero, ningún casillero de la orden de venta quedó sin completar, ya que tanto los equinos como los lanares, también encontraron su destino.