
Haciendo honor a la Capital
Con un encierre digno de la Capital del Ternero, Colombo y Magliano concretó el mensual de abril en Ayacucho, donde la ternerada se lució en un mercado con techo en los valores ante una zafra que no deja de salir en el 2023 signado por la seca.
La tarde de este viernes 14 tuvo como protagonista al martillo de la firma representada por Rolando Ayciriex, quien con un trabajo al detalle logró un embrete más que importante con el destaque de la invernada que se lució de principio a fin. La pista fue testigo de una exposición de machos y hembras, que bajo las órdenes de Carle Colombo y Juanca Blasco desfilaron ante la mirada de los presentes y los que siempre pujan desde el zoom.
Una zafra que salió apresurada, que pintaba con valores sobresalientes en febrero, hoy tiene otra realidad, mucha oferta en los corrales y compradores que ponen un tope a la hora de levantar su mano. Cuando el plazo es más generosos, la calculadora también hace lo suyo, pero mirando la clase, genética, inversión y calidad, como suelen decir los martilleros, a esta hacienda le podía caber más plata.
La oferta y demanda se manifiestan libremente y de eso se tratan los remates, y así quedó reflejado en la tarde otoñal de Ayacucho. El nuevo ring de ventas también fue testigo de un desdoblamiento en lo que fue la vaca a la balanza, entendiendo que el mercado estaba muy cargado, se decidió separar las destino a campo para quienes quisieran darle otra oportunidad tuvieran la opción de verlas.
Todo lo embretado al kilo, principalmente vacas, entre algunas gordas, manufactura y conserva, salió a buen ritmo y precios que no desentonaron lo hecho en Cañuelas en esta semana record. Con pasaporte o sin él, sumados a las que salían con destino invernar, le dieron una dinámica ágil a la primera mitad de la venta, que tuvo como maestro de ceremonias al entrerriano Blasco.
El gran encierre dejó su buena impresión en la Rural de Ayacucho, sabiendo que si el clima ayudaba un poco más, todo lo que pisó la pista iba a gozar de otros valores, haciendo valer no solo con calidad de por qué es la Capital de Terneros, sino que también con buenos valores.