Ferias Rauch volvió a decir presente en Tres Arroyos, y desplegando su gran equipo, armó un destacado encierre que fue muy bien correspondido por los compradores en la tarde de este jueves 7 en la feria de la Sociedad Rural.

Con Agustín Lizzi como jugador que manejaba la localía, Pablo San Cristóbal y todo el conjunto que lo secunda, desembarcó sobre la Ruta Nacional 3 para volver a cagar los corrales de haciendas, y si bien esta vez la lluvia no mojo, la tierra que voló, mostrando que el encierre era importante. Algo de consumo definido, seguido de vacas para todo destino marcarían el inicio de una tarde bárbara para la realización de negocios.

Operadores locales, pero muchos que dijeron presentes desde otras regiones y el Mercado, marcaban como iba a ser la tónica de las haciendas a la balanza. Bien al estilo San Cristóbal el martillo sonaba sobre una tabla añeja, y así avanzaba la camioneta entre corral y corral de vacas.

El gordo no le envidió nada al MAG o Liniers, y con precios de plaza dejó su huella en Tres Arroyos, donde además de las gordas, manufactura, conserva y toros, se destacaron unos lindos lotes de MEJ. El martillo hizo lo suyo en la primera parte y era momento de caminar hacia un conjunto de invernada destacado que no hace más que reflejar la genética que se invierte cuando se compra toros en la zona.

Terneros y terneras mostraron  para que estaban en un remate que ya tenía firmeza y agilidad, y sin mediar muchas palabras, Pablo le dio fuerte a la madera encontrado oferentes dispuestos por pujar y hacer jaula. Macho en valores importantes y una hembra que no le perdió, el paso dejaron en claro que al ganadero no le importa hacer kilómetros si la mercadería es buena, y así sucedió esta tarde en Tres Arroyos, ya que se arrimaron de diferentes puntos cardinales.

El bloque final de esta historia vespertina estaba a cargo de un conjunto de vientres preñados y paridos que entre nuevos y usado se fueron intercalando para que todos pudieron comprar. Linda oferta de vacas y vaquillonas no hacían más que reafirmar lo vendido previamente, y con las caras de satisfacción de todos los que trabajaron por este remate, el martillo sonaba por última vez y bajaba el telón de una destacada tarde ganadera.

Cuando se habla de equipo Ferias Rauch da fe de ello, porque lo logrado hoy junto a Agustín Lizzi y Consultora Ganadera, deja a las claras que el trabajo en conjunto da su recompensa, y por ese motivo parece que en abril y septiembre, el martillo firme de San Cristóbal, por esas latitudes, volverá a sonar.