
En pandemia, los 30 años se festejaron a pura ganadería
Colombo y Magliano coronó en la tarde de este jueves 24 su remate gordo, invernada y cría en la ciudad de Ayacucho, donde además de ser una subasta tradicional, contó con la celebración de los 30 años de Rolando Ayciriex como representante de la firma, lo cual generó emoción y gratos recuerdos por tanto camino recorrido.
La jornada veraniega de la Capital del ternero tuvo dos momentos bien marcados en el desarrollo de la venta. En primer lugar se vendió la hacienda gorda en los corrales, y en segundo lugar lo que fue la invernada, con terneros y terneras, más los vientres, en la pista central de manera presencial y por streaming.
Buenos conjuntos de consumo en el comienzo, y destacados lotes de vaca y toros en la otra parte de los corrales, mostraban la línea de largada en la tarde que tenía a don Rolando como protagonista estrella. Carli Colombo y el joven Blasco se repartieron los lotes para ir dándole ritmo a la venta, encontrado buenas manos de los operadores que siempre visitan la Sociedad Rural cada vez que Colombo y Magliano pone fecha en el almanaque.
El sol castigaba y todos enfilábamos a las tribunas para ser parte de lo que serían interesantes lotes de invernada y algunos vientres. Ayacucho empezaba a mostrar las cartas de la zafra 2021, que si bien no tuvo cantidad de grandes lotes, contó con la calidad en cada uno de ellos, la cual fue respaldada por las manos de los compradores.
Terneros y terneras fueron lo que continuó con el show comandado por Colombo y Blasco, que al igual que en el gordo, se repartieron las ventas para darle ritmo a la tarde que para ese momento estaba encaminada. Buenos valores, precios sobresalientes e interés constante evidenciaron que la invernada, pese a algunos números sigue firme, al igual que las vacas paridas que le ponían el cierre al festejo de los 30 años de Rolando trabajando con la Casa.
Emoción y reconocimiento al trabajo constante
Tanto en el inicio del gordo como en la invernada todos los halagos y saludos giraban en torno a Rolando, que con un rostro que expresaba emoción saludaba a cada uno que lo felicitaba por sus 30 años.
El momento especial se vivió en la pista cuando con la voz resquebrajaba Carlos José Colombo (H) repasaba la trayectoria de Rolo en la firma y hacía entrega de unos presentes junto con la hija y pareja de Rolando. El agasajado tomó el micrófono, y si bien es hombre de pocas palabras, resumió su arribo a la Casa, momentos que lo marcaron y el compromiso y pasión que todavía le sigue poniendo desde Ayacucho, donde desde hace 11 años el martillo de Colombo y Magliano no ha dejado de sonar.
Permanecer 30 años representando una empresa con los avatares e idas y vueltas que tiene nuestra Argentina no es tarea sencilla, y Rolando lo hizo por camino del trabajo, respeto, seriedad, palabra y responsabilidad, contando con la confianza de la firma, y sabiendo que día a día la constancia y pasión que le destinara, sus frutos iban a dar.