Con un lindo encierre de hacienda a la balanza y algo de invernada, Sucesores de Brivio y Cía. concretó el postergado de octubre en la tarde de este miércoles 2 de noviembre, donde la buenas manos dijeron presentes y las hacienda con su calidad se defendieron en un mercado aplacado.

Buena vaca en el comienzo, con una fila de gordas que se sostenía en un valor promedio, marcaba el rumbo de una subasta que contó con una interesante cantidad de manos. La manufa, que no había mucha, más las conservas y toros en la parte final, mostraban los valores que hoy maneja la plaza, y con un mercado chino deprimido no se puede pedir demasiado ante los topes que manifiestan los compradores.

Lo destacado de la tarde, en la Rural de Tandil, fueron los corrales de consumo, donde las vaquillonas, novillitos y novillos desplegaron su calidad y así lo entendieron quienes ofertaron por esa mercadería. Una categoría clásica que es habitual encontrar cada vez que la más antigua hace sonar el martillo, y conocedores de lo que van a encontrar, los compradores no quieren perder la oportunidad.

El final de la venta que tuvo a Ricardo Arzoz y Matías Leguizamón como martilleros iba a estas a cargo de unos corrales con terneros y terneras, que si bien no eran en gran cantidad, en la medida que el carro avanzo se vendieron a precios de mercado.

Como un buen boxeador, aplicado y disciplinado, Sucesores de Brivio siempre pasa bien por la balanza, dejando números más que aceptables en una época donde los máximos son difíciles de encontrar.