
El mercado dijo presente en Tandil
Suba en los corrales e incertidumbre en los mostradores son algunos de los temas que envolvieron a la ganadería en la últimas horas, y como no podía ser de otra manera, en el remate de Pedro y Raúl Alonso de esta tarde de miércoles, los precios firmes dirían presente desde el martillazo inicial.
Con un encierre destacado, tanto en cantidad como en calidad, el binomio velense volvía a la feria de la Rural con una oferta interesante justo después de unas elecciones, y con un mercado en alza, que jornada a jornada desde el barrio de Mataderos da que hablar. Consumo y gordo era lo que marcarían el inicio de una tarde interesante, donde la oferta y demanda, se tironearon frente a frente para que lote a lote el carro pudiera avanzar.
Novillitos y vaquillonas mostraban que los valores de Liniers llegaron a la ciudad de las sierras, que si bien se destacaban por su clase y calidad, también se vieron envueltas en esta nueva ola de precios. La necesidad y las buenas manos se juntaron para valorar la terminación de estas categorías, y por ende mostrar los nuevos que sobresalieron como resultado final.
Vacas en sus tres categorías, sumado a unos lotes interesantes de toros, eran la continuidad del martillo en una jornada soleada donde el calor, además de llegar de arriba, lo ponían los compradores. Luis y Pedro se repartieron el martillo para darle continuidad a una subasta que había comenzado de muy buena manera, y con la tónica del consumo todo lo gordo se repartió a los operadores de siempre desde el primero hasta el último corral.
Nuevamente, y como en una constante, los interesantes lotes de invernada vuelven a decir presente, y con ellos una cantidad de manos compradoras que buscan esa categoría, que hoy con el alza del gordo pareciera ir encontrando su lugar. Terneros y terneras eran el paso siguiente de una venta que contaría con los tres renglones básicos de los remates: gordo, invernada y cría.
Vaquillonas para servicio y vacas preñadas y paridas mostraban que la venta de este miércoles entraba en su recta final. Manos que buscan la reposición, otras cerrar los balances llegando al final, sumandos a los que invierten en patas para resguardar sus pesos, pujaron por las nuevas y las usadas en un momento donde la ganadería está buscando estabilidad.
Lo que hoy fue caro mañana puede ser barato, pero lo que si no va a variar es la continuidad que consiguió la Consignataria, que seguramente dentro de treinta días, y para cerrar este 2021, vuelva con todo a la calle Pedersen para hacer sonar el martillo por última vez.