
El Angus tuvo su tarde Blanca
Ante un salón completo, y bajo un sol de agosto, Las Blancas de Delfinagro coronó su clásico remate en las instalaciones de la Ruta Nacional 3, donde la genética Angus dijo presente, reflejando el gran trabajo que la Cabaña realiza día a día en pos de la carne argentina.
Con una oferta más que generosa de toros y vientres, Alberto Guil abrió las tranqueras para recibir a clientes y amigos, que más tarde serían protagonistas a la hora de levantar su mano. Bajo el martillo de Sáenz Valiente Bullrich, a cargo de Fernando, mientras los primeros platos se repartían, el hierro comenzaba su trabajo.
Ya en los corrales a más de uno le llamaba la atención en la preparación de los ejemplares, y para fortalecer lo visto, Carlos Ojea Rullan, asesor de la Cabaña, explicaba lote a lote el detalle cada vez que pisaban la pista de venta. Vientres Puro Controlados por pantalla, inauguraban una subasta que parecería larga, pero que con la agilidad del martillero y la buena predisposición de los compradores, se haría más bien corta.
El pedigree inauguraba el ring de ventas, y la puja por las negras y coloradas se hacía más que interesante, teniendo en cuenta que se venía de precios más que satisfactorio en lo vendido con anterioridad. Todo los vientres que la cabaña puso a disposición tuvieron respuesta veloz y contundente, por un grupo de productores conocedores de lo harán una vez que los tengan en el campo.
El momento de los toros tenía su lugar en una jornada cien por ciento ganadera, y donde el Angus y la genética eran los protagonistas principales. Los PP salieron como caramelos de kiosco en la esquina de colegio, y los PC para no ser menos no se quedaron atrás, y ya sea de a uno, dos o lote completo, los compradores no querían dejar pasar la oportunidad de llevar a su rodeo sangre de Delfinagro.
El marco acompaño, pero principalmente los ejemplares, que volvieron a brillar en la ruta 3, demostrando que el camino marcado por el gran equipo de las Blancas da frutos de muy buena manera, y lo de esta tarde no fue más que un fiel reflejo de esa pasión que se le pone a la ganadería.