De a uno come la gallina y se llena

Arribere, Ugarte y Cía. festejó 81 años de trabajo y pasión ganadera rodeado de clientes y amigos que no quisieron estar ausentes en un acontecimiento tan importante para una de las Casas más legendarias que tiene la localidad de Rauch.

Como cada mes los remitentes envían sus ejemplares para que Mariano y Julio le hagan alguna moneda extra, y hoy no fue la excepción, ya que 77 productores de la región no quisieron estar ausentes en el festejo de la Consignataria.  En un negocio con los vaivenes económicos a la orden del día, Tato padre e hijo, sumado al gran equipo que tiene la firma, se han mantenido a fuerza de trabajo, orden y saber estar a la altura de lo que demanda el sector ganadero.

Tal cual se anunció, pasaditas las 15 horas el carro empezó a caminar al ritmo de los corrales de vacas gordas, manufactura y conserva. Los precios que había marcado el Mercado en la previa se reflejaban en estas categorías que son de las más demandas en la feria, pero con lo que no se contaba era con las valores que macaron los toros, categoría que cierra el gordo, pero que se pujó como si se tratara de corrales de punta. Precios alocados o no, el comentario de la feria se lo llevaban los ejemplares que eran la ante sala de la invernada.

La Capital del remate feria  tiene el plus de tener buena ternerada durante todo el año, y hoy no fue la excepción, ya que algunos productores se reservaron para la fecha, y por ese motivo se encontró lotes destacados en varios corrales de la fila. La nota de la tarde la dieron las hembras que fueron buscadas por un productor para recría, y marcaron valores superiores a los que se venían encontrando en otras ferias.

Durante la previa, y pese a la suspensión previa, un conjunto de vientres paridos se anunciaban e invitaban a los compradores de esta categoría a marcar este viernes 8 en la agenda. Como una continuidad de lo anteriormente mencionado, los siete corrales se colocaron de manera ágil para que Mariano Pallazzo le bajara la persiana a la tarde.

“Cuando me dicen van a llegar a los cien, yo digo lo que quiero es llegar al año que viene”  expresa Tato hijo, y así viene sucediendo desde hace 81 años, porque uno a uno se van sumando con el gran acompañamiento de clientes que supieron forjar a base de trabajo y responsabilidad, que hoy quedó demostrada por los 77 remitentes y la gran cantidad de compradores que caminaron de un lado y del otro de los corrales.

RESULTADO