En una tarde desapacible pero esperada, Pedro y Raúl Alonso celebraron el remate del mes de marzo en la Rural de Tandil, donde bajos la lluvia colocaron 779 cabezas entre gordo, invernada y cría, obteniendo valores interesantes, principalmente en lo que fue el consumo y hacienda a la balanza.

Durante semanas se esperó que el pronóstico marcara tormentas en la región, y si bien en la previa de un remate no son muy bienvenidas, para la dupla velense no hubo impedimento de realizar su remate mensual; es más, encerró todo lo anunciado y juntó las fieles manos de cada mes. Con un encierre que tenía para todos los gustos, solo quedaba escuchar machacar el hierro y empezar a caminar para completar jaula ante tanta variedad.

Firmeza en los lotes de consumo, abalado por la calidad, mostraban que los valores en la feria repuntaron respecto de las últimas semanas y dejaba a la vista la paridad con lo que marcó Liniers en la mañana. Las vacas gordas, manufactura y conserva no se quedaron atrás y evidenciaron ese repunte en los precios, encontrando manos activas de los operadores que salen a las ferias en busca de una mercadería demandada desde hace ya un tiempo.

Como hace 30 días atrás, los hermanos Alonso volvieron a tener una linda oferta de machos y hembras de invernada, y ante esa propuesta los compradores de las dos categorías se arrimaron a cargar jaulas. Terneros y terneras se colocaron a valores actuales, sin salirse de la huella de lo que marca la zafra 2021.

Por último, y para cerrar lo que era una tarde de barro pero de felicidad, salían al ruedo los anunciados lotes de vacas preñadas y paridas, que sin mucho titubear encontraron la oferta del otro lado del alambre para bajarle el martillo y ponerle al remate el broche final.