
Con la calculadora prendida
Atentos al mercado y sacando las cuentas pensado que se comienza a caminar el sexto mes del año, así estuvieron los compradores en la mañana de este martes en Rauch, donde el sexto remate de Arribere Ugarte y Cía. se desarrolló en un contexto, nuevamente, difícil para la vaca y con una invernada que comienza a mostrar la recta final de la zafra.
Casi con dos mil cabezas embretadas, número que no se superó por las dificultad de la lluvia en la previa, la firma rauchera volvió a darle continuidad a un mensual en la feria de la Sociedad Rural. Martes gris, frio y húmedo mostraba que la estación real es el otoño, y si bien hubo destellos de primavera, el tiempo en esta época juega su partido y este segundo día de la semana fue testigo de eso.
La vaca volvió a ser protagonista de la baja, y desde la mañana con una importante entrada en el mercado ya mostraba la dificultad, pero también el conseguir buenos precios. Si bien algún operador desistió de visitar Rauch, los que acudieron dieron su mano e hicieron que todo lo embretado a la balanza saliera, ya sea las pocas gordas, manufactura, conserva y toros.
La capital del Remate Feria siempre tiene sus lotes destacados de machos y hembras, y si bien estamos comenzando el mes de junio, y los corrales ya no son de jaulas completas, los novillitos, y principalmente terneros 2023 volvieron a decir presente. Las manos salieron de los bolsillos y ante el pedido de mariano Pallazo las calculadoras se prendieron para soltar números que acompañaran la clase y el plazo dispuestos por los remitentes.
Las hembras, también jugaron su partido en lo que eran las primeras horas de la tarde, y bajo la amenaza de las primeras gotas se fueron vendiendo a los oferentes que siempre esperan por esa categoría. Si bien las diferencias en valores con el macho son notorias, la intensidad de compra no aflojó, y en la media que el martillero fue pidiendo las vaquillonas y terneras se colocaron en su totalidad.
Vientres nuevos y usados, preñados y paridos, en el final harían gastar un poco más las cuerdas vocales de Marino, que si bien raídamente vendió las vacas nuevas con garantía de preñez, cuando llego lo cut tuvo que ponerse el overol. La seca tiene sus coletazos y eso los reciben las vacas más viejas, y por eso en esa categoría los valores quizás no son los deseados, pero si los corrientes, teniendo como resultado final el poder haber vendido todo.