En una fecha patria que se vio modificada por el corrimiento hacia el feriado largo, Hugo R. Aristegui volvió a colocar un lindo encierre a valores que no dejan de mostrar firmeza en una plaza a la que las diferentes estaciones del año no le hacen ningún efecto a la hora de subastar.

Con poquito más de mil cabezas la firma Consignataria ubicada del otro lado de la vía sigue mostrando que lo que se produce en Cacharí es demandado, y cuando los compradores están necesitados los valores no conocen de calculadoras.  Buenos lotes de machos y hembras, algunos más grandes y otros más chicos rápidamente le dieron ritmo al martillo de Ricardo Arzoz.

Vacas en sus tres categorías, sin la cantidad de fechas anteriores, también encontraron manos de operadores que habitualmente visitan esa feria. Tal cual sucede en Mataderos, dependiendo el de lo que se busque es lo que se paga, y con ese ida y vuelta de martillero/comprador, corral a corral lo gordo fue saliendo.

Si bien los encierres se moderaron, la calidad que junta Hugo en su feria no baja, y por eso ya sea con jaulas enteras o de a corrales más chicos, los compradores dicen presente con un objetivo único y firme, hacer todo lo posible para poder comprar.