Inambú abrió por segundo año consecutivo las puertas de su casa, y ante la gran visita de clientes y amigos, mostró donde se cocina su genética ofreciendo parte de sus ingredientes en un remate donde el Pedigree y el Puro Controlado tuvieron sus manos interesadas que fuertemente no dejaron de pujar, en la hermosa tarde de este martes 30 de agosto.
El acceso a Ramos Otero hoy se vio convulsionado con un movimiento inusual, porque a 3 kilómetros de la ruta 29 Martín Tinello abría las tranqueras para levar a cabo su venta anual de reproductores Angus. Una Cantidad interesante de vehículos coparon el parque del campo donde, bien diseñados, los corrales albergaban vientres y toros que más tarde saldrían a venta.
Con el martillo de Wallace S.A y la colaboración de Patricio Aicega, pasadas las 14 horas, y luego de un excelente almuerzo, la camioneta aparcaba frente a las hembras de pedrigree para comenzar a caminar en una subasta que tendría de todo y para todos. Oferentes presenciales y muchos que estaban a través de los teléfonos, armaron un ida y vuelta interesante con el martillero, que tomándose la cosa con paciencia no dejaba a ninguno sin poder ofertar.
Vientres preñados y destinados para futuras madres de pedigree iniciaban el andar con valores más que interesantes, mostrado que la selección realizada por la cabaña tenía la elección de cada comprador que buscaba hembras para su producción. La continuidad de la linda tarde estaba a cargo de los toros negros y colorados PP, que al igual que sus antecesoras tuvieron rápidamente manos de reconocidos criadores que buscaban la genética ofrecida por Inambú.
La respuesta era satisfactoria y la primera parte estaba bien colocada, continuando el recorrido por los toros Puros Controlados, que como era de esperarse, se vendían uno a uno con elecciones en cada uno de los corrales. Productores locales, regionales y algunos con kilómetros encima, se acercaron hasta la Cabaña para poder llevarse al de lo mucho que produce Tinello y equipo, y con valores que hoy son protagonistas en los remates, solo retaban los vientres para que la venta llegara al final.
De punta a punta Inambú colocó todo lo que puso a venta en este martes 30 de agosto, en una jornada con un cielo pintado que no hizo más que acompañar la genética y el trabajo de una Cabaña que camina firme por un camino marcado, que este año tuvo su recompensa en la Expo Centenario.
Martín y familia decidieron desde el año pasado mostrar puertas adentro cómo se trabaja para llegar a los ejemplares que hoy se comercializaron, y como un chef que tiene fe a sus ingredientes hoy pusieron a disposición parte de los que usan en sus recetas, sacando una venta muy especial, con aroma a un plato bien casera.