
Como pan recién salido del horno
Con un encierre destacado en cantidad y Calidad, Hugo R. Aristegui coronó uno mas de este 2022 con un gran acompañamiento de remisiones y compradores que hicieron salir el remate de manera muy ágil en la tarde de este miércoles 11 de mayo desde la Feria de Cacharí.
La clase que uno siempre encuentra en los corrales del otro lado de la vía ya no sorprenden para nada, pero lo que si hacen es atraer a varios compradores que siempre eligen ese lugar para comprar. Promediando una semana cargada de subastas, todos los oferentes decidieron juntarse, al parecer en lo de Hugo, y eso hizo que la venta fluyera de una manera muy dinámica y firme, dejando a varios de los de siempre sin poder comprar.
Dos definidas filas de machos empezaban marcar el camino de lo que iba a ser una subasta reñida y con valores finales más que interesantes. Novillitos, y posteriormente terneros más gordos que livianos, mostraban todo su potencial ante una cantidad de oferentes más que importante, que con la intención firme de poder armar su jaula sacaban números y cuentas para poder asomar su mano.
La primera mitad de la invernada llegaba rápidamente a su fin con el clásico martillo de Ricardo Arzoz, y con precios que salieron del común de la plaza, llegaba el turno de Tomás para hacerse cargo de la hembra y toda la venta por completar. Vaquillonas y terneras no le envidiaban nada al macho, y con manos que hacía rato no pasaban por Cacharí, los corrales fueron levantando la temperatura uno a uno.
Cuando parecía que el martillo estaba por bajar, algún dedo asomaba entre la gente, y ese ida y vuelta constante, y veloz, hizo caminar la camioneta y dejar a más de uno con las ganas . Final de la invernada y el momento iba a pasar por los vientres, que nuevamente llenaban de buena manera varios corrales para que el que busca esa categoría tenga que elegir.
Una importante oferta de vaquillonas y vacas preñadas, entre nuevas y usadas, se les presentaba a los compradores sobre el final de esa parte de la feria. Interés marcado con precios que, comparado con el gordo, no se salen de los valores de conversión, uno a uno los corrales se fueron yendo para no mermar en agilidad e ir cerrando la primera gran parte del remate.
Momento de caminar al fondo y que empiecen a jugar los frigoríficos e invernadores, que tenían por delante u vacas con todo tipo de destino. Algo de gorda, algunos toros, más manufactura y mucha conserva, coparon gran parte de los corrales para terminar siendo una oferta importante en la tarde.
Sin locuras y a valores de plaza, todo lo que se vendía al kilo se fue yendo con los que se quedaron hasta el final para ponerle el broche a otro gran remate en Caharí.
Las buenas haciendas juntaron a muchas manos, y como suele suceder cuando el panadero saca el pan, todo salió rápido y ágil sin de dejar corral por subastar.