Así le hizo frente al mercado y el contexto Néstor I. Goenaga en la tarde de este miércoles 17 de mayo, donde con una cantidad importante de hacienda, entre vaca a la balanza e invernada, saco adelante uno más en su calendario acompañado por los fieles de siempre, que con sus limitaciones no dejaron de comprar.

Si uno disfrutaba de la temperatura del día, y miraba a las apuradas el almanaque podría confundir mayo con marzo, porque los lotes de machos y hembras encerrados por la firma azuleña parecían cabeza de la zafra. Destacada clase y calidad se exponían en filas completas de una mercadería que no deja de salir, y si hablamos del partido y regios de azul, lo embretado siempre tiene un plus.

Con 25 y 55 días para el pago, novillitos y terneros comenzaron a demostrar que la genética da resultados y los marca liquida hacían su diferencia cada vez que la camioneta enfrentaba en corral. Las calculadoras trabajan con tope, y desde hace tiempo es una realidad de las ferias, aunque cuando aparecen los destacado, el comprador trata de hacer su mayor esfuerzo para no perder esa oportunidad.

Las hembras también mostraban su destaque desde las más pesadas hasta lasa livianas, y ya sea destino madreo o simplemente para engordar fueron encontrando su rumbo, eso sí un poco más trabajoso que con el macho. Martín Iturralde tuvo que hacerle frente a la categoría luego de que Juan Ignacio liquidara los machos, y al estilo salmón, no le aflojo cuando la corriente se le vino en contra, y nadó para llegar firme a su destino.

El vientre no hace más que reflejar la necesidad de vender por falta de campo, y la dificultad de comprar por el mismo motivo, y quien tiene un poco de verde en su chacra, hace uso de los bajos precios que indica hoy la plaza. La cría busca su negocio y quien puede hacerlo trata de aprovechar las buenas ofertas que se dan en este contexto

Párrafo aparte lo que sucedió en el inicio de la subasta, donde una cantidad impresionante de vacas coparon varias filas de la feria. Las gordas se sostuvieron de la mejor manera, sabiendo que la faena esta atorada, las de manufactura no salieron de libreto y tuvieron el jugador invernador que también puso sus porotos, y las conservas, donde estaba la mayor suma, fueron castigadas, y mucho más si no tenía pasaporte chino.

En términos generales fue una subasta donde por momento se navegó contra la corriente, pero en cada una de las categorías se encontró la mano que mostró la ruta para llegar al final con todo colocado, teniendo en cuenta que la cantidad embretada no era un hueso fácil de morder.