Así de completo fue el remate de Ledesma y Cía. en Tandil este viernes 9, donde con hacienda a la balanza, consumo, invernada, vientres y reproductores Angus congregó manos para todas las categorías sacando adelante una muy buena venta desde el comienzo hasta el final.

La sociedad Rural de Tandil fue testigo nuevamente de un gran encierre de la firma tandilense, que, con Luis Ledesma al frente, hizo sonar fuerte el martillo. Vacas que siguen saliendo son la categoría que no parece aflojar, pero con algo que sale para china y otro tanto que puede ter destino campo, los valores se defendieron para sostenerse en los números que marca el mercado.

El consumo, con novillos y vaquillonas, siempre encuentra la mano justa que se levanta con precios importantes, pero selectivos. Una categoría que es un clásico cada vez que Ledesma y Cía. encierra sobre la calle Pedersen hoy no desentonó en lo más mínimo, y con agilidad pasaba también por esta venta más que interesante.

La invernada comienza a ver el disco que la lleva hacia el final, pero con lotes más chicos y en algunos casos kilos menos, todos los terneros y terneras salieron de muy buena manera ante una clientela que siempre fiel asiste a los remates. Para engordar y recriar todo lo encerrado fue colocado a precios de plazas, y cuando la calidad sobresalió en algún lote, los números que manejan los oferentes se pusieron más generosos.

Mucho vientre se juntó en otro momento de la venta, y con vacas y vaquillonas preñadas y paridas, Luis iba a trabajar para colocar una categoría que por momentos carece de ofertas. En Tandil un poco esa lógica se rompió y de buena manera logró subastar todo lo embretado, teniendo en cuenta la situación y el contexto, se podría remarcar que a precios más que aceptables.

Y como si esto fuera poco…

A un gran remate feria lo termino coronar los 10 toros Angus negros de Cabaña Los Belchas, donde Carlos y Juan a modo de orejear el mazo mostraron parte de lo que es septiembre ya se transformó en un clásico. Fieles compradores de la cabaña se dispusieron  aprovechar esta oferta temprana de reproductores, que a su vez contaba con el beneficio de no tener comisión y el flete gratis.

De la torada de Eyharabide no hay mucho que agregar, son como los bombones que el kiosquero casi ni publicita, ya que con solo decir que están, el resto lo hacen solos. Buna presentación y un lindo acompañamiento de los que siempre vienen en busca de los negros, hicieron que el martillo sonara firme y vendiera uno a uno sin mayores dificultades y a un interesante precio.