Los clásicos nunca pasan de moda se suele escuchar,  y aquí podemos decir que evolucionan, porque con un encierre soberbio Azul tuvo su decimoquinta expo Angus y sus cruzas, donde la calidad  y la genética dijeron presente para lograr un remate más que destacado en el cual la zafra 2022 mostró sus laureles de verdad.

La tarde en la Sociedad Rural azuleña fue invadida por un gran evento ganadero, y de la mano de Nestor I. Goenaga y Ganadera Azul la los machos y hembras iban a tener su momento de brillo ante una cantidad importantísima de compradores que esperan esta subasta para arrimarse a comprar. Con destacadas remisiones y una inversión por detrás, los productores de esta región de la Cuenca del Salado no quisieron estar ausentes a una venta más que importante, que año a año da que hablar.

Con el auspicio de la Asociación Angus, y el acompañamiento de su presidente y vice, la fiesta era completa, y solo quedaba caminar atrás de la camioneta viendo quienes levantaban la mano con la intención firme de querer comprar. Criadores de varios puntos cardinales, sumados a los habituales engordadores que no fallan ningún mes, se entreveraron en una puja más que interesante, y de a uno o hasta cuatro corrales seguidos, iban completando carga.

Terneros y terneras, premiados en la previa, mostraban el gran trabajo del ganadero argentino y en especial el del partido de Azul, que año a año se esfuerza en presentar haciendas destacadas, y lo de hoy fue un fiel reflejo de eso. Pesados, medianos y livianos los machos avanzaron con una agilidad bien manifiesta que hacía mirar a todos los frentes al martillero que estuviera a cargo.

Enrique, Juan Ignacio y Martín fueron los encargados de “defender” las haciendas consignadas, que de por sí con su clase se sostenían de muy buena manera. La hembra no le envidió nada al macho, y con ofertas constantes de un lado y del otro del banco, del primero al último corral se colocaron a precios que demuestran la inversión que hacen quienes levantan la mano.

Si hablamos de zafra lo de esta tarde en la Sociedad Rural de Azul muestra a las claras de que se trata. Clase, calidad, inversión, genética y buenos precios fueron los protagonistas de un evento que con 15 años de historia marca un clásico en el calendario al cual nadie quiere faltar.