La tarde de hoy fue testigo de un remate al estilo final de Gran Slam, porque las ofertas fueron la pelotita y el martillero y la tribuna dos número uno que se disputaban el mejor precio, ya que el ida y vuelta logrado por la gran torada y vientres de Los Pinos, consiguió una dinámica sorprendente en un clima país de mucha incertidumbre, pero de ganaderos que apuestan por lo bueno, y lo encerrado en la Rural de Balcarce daba cuenta de ello.
Con un marco sobresaliente de clientes y amigos, la familia Scioli volvió a dar la nota con su clásica venta anual de reproductores Angus y Hereford, ya que la presentación de los ejemplares hacía prever que las manos no tardarían en levantarse. Con la consignación de Horacio san Martín y un Gran trabajo en equipo, el evento/fiesta ganadera de este jueves 24 de agosto contó con todos los condimentos.
Sin dejar detalle librado al azar, Néstor Scioli, antes de que el reloj marcara las 15, dio las palabras de bienvenidas y agradecimientos de rigor, para que rápidamente Ricardo Arzoz repasara los plazos y empezara a hacer sonar su martillo. Había mucho por vender y la pregunta era hasta donde llegarán los valores, pero rápidamente el misterio se fue develando, porque la agilidad que fue tomando la venta era como ver un peloteo entre Alcaraz y Djokovic, los del medio íbamos de derecha a izquierda siguiendo el buen andar de la venta.
Negros y colorados, los toros Angus desparramaron clase y calidad en la pista, y así lo entendieron quienes ya tenían su elección hecha, porque donde ponían el ojo, hacían todo lo posible por dejar la bala. Más de uno se sorprendía por los precios y el ritmo que llevaba la venta, pero los que conocen a Los Pinos de años, saben que el acompañamiento esta firme por el respaldo que año a año les pone en los corrales la Cabaña.
Pero luego de los Angus llegaban los Hereford, y como en una continuidad que no hacía diferencia entre las razas, los 10 pampas se colocaban en un abrir y cerrar de ojo. Nada que decir de una torada que rompió con la media que uno venía viendo, porque a los promedios terminados hay que agregarle el detalle que los negros y colorados eran más de ochenta toros.
Último set a cargo de los vientres, ya sea de Los Pinos como invitados, y como en toda la tarde el ida y vuelta fue veloz, y cuando quisimos acomodar el café sobre la grada entraban los últimos corrales para bajarle la persiana. Nada que agregar a una venta que salió redonda por donde se la mire, dejando la satisfacción de que la pasión y el trabajo minucioso que realiza la familia Scioli, tiene su recompensa.