
Azul, y su vuelta a la feria
En medio del cierre a las exportaciones y luego de un cese de comercialización dispuesto por el campo, Néstor I. Goenaga rompió el hielo en la vuelta de los remates ferias, y con un gran encierre e importante acompañamiento de ofertas, coronó el regreso de las haciendas a los corrales en una tarde bien otoñal en la Rural de Azul.
Con más de ciento cincuenta remitentes y 3.296 cabezas encerradas, la firma azuleña volvió a hacer sonar el martillo y a levantar tierra en los corrales de la Ruta Nacional 3. Buena cantidad de hacienda a la balanza, interesantes lotes de machos y hembras y una fila completa de vientres hicieron que los compradores pusieran Azul en su GPS para volver a comprar.
Con el temor y la incertidumbre de no tener exportaciones por un tiempo, alguna que otra vaca quedó sin llegar a la feria; pero los que se la jugaron y remitieron esta categoría del gordo no quedaron para nada insatisfechos, al contrario, analizando el contexto lo sucedido hoy casi no hizo notar las restricciones. Gordas firmes y sin modificaciones, manufactura sostenida con algún que otro peso menos y conserva en valores fluctuantes dependiendo el estado, marcaban la primera parte de la tarde, con el plus de que a falta de China apareció la categoría vaca para invernada.
Consumo y toros completaban las primeras filas de la feria, donde los reproductores para faena mostraron alguna merma en los valores de las ofertas. Juan y Martín se intercambiaban el martillo y le daban agilidad a una jornada a la cual le quedaba mucho todavía por caminar.
Novillitos y terneros hacían de los corrales una alfombra de animales, ya que la clase y calidad que acostumbra la Cuenca del Salado hoy dieron presente en Azul. Manos de un lado y del otro de la camioneta tironeaban por hacerse de los excelentes lotes que tenían la Consignataria en su vuelta a la feria.
Valores firmes, agilidad constante y estado de sobra en las haciendas se conjugaron para que corral a corral los valores se fueran incrementando, dejando como resultado final precios más que interesantes. Vaquillonas y terneras no se quisieron quedar atrás respecto de los machos, y con un interés bien marcado por los que buscan esa categoría, se colocaron con firmeza del primero al último lote.
El final de este remate tendría su momento destacado, ya que una fila completa de vientres le pondría fin de la vuelta del martillo a las subastas. Vacas preñadas y paridas, nuevas, medio uso y usadas tendrían su momento en la tarde, donde además de la calidad exhibida, reflejarían valores más que importantes en cada uno de los renglones anteriormente detallados.
Se rompió el hielo y de buena manera en Azul, donde no faltó hacienda ni manos para consagrar una interesante venta, que tendrá su continuidad aquí nomás, a la vuelta, cuando el próximos 16, Néstor I. Goenaga vuelva a rematar.