Aiñarbe de Elissondo Hermanos celebró su décima venta anual de reproductores en la Rural de Tandil, y con una exposición de toros y vientres Angus, cerró la semana acompañado de buenos valores, y principalmente manos que se dieron cita en busca de lo que año a año ofrece la cabaña.

En el inicio de la primavera y bajo un sol bárbaro que iluminaba y calentaba las gradas de las tribunas, la familia Elissondo tenía su clásica subasta con una interesante oferta de reproductores. Trabajo de años, selección y elección de genética, y camino recorrido en el mejoramiento de rodeo dijeron presente hoy en el ring central para que la buena participación de oferentes tuviera la oportunidad de hacer de un muy buen Angus, tanto en vacas como en toros.

Vientres paridos eran el inicio de una interesante oferta que con agilidad y apertura rápida empezaron a encontrar destinatarios que conocen lo que ofrece la cabaña. Una categoría muy demanda y con un ternero logrado, empujaba y daba ritmo al martillo en la antesala de la torada negra y colorada.

La continuidad de la venta estaba a cargo de los reproductores machos, que  con una preparación minuciosa desplegaban todo su estado y categoría al pasar lote a lote por la pista. Luis pedía y rápidamente de un extremo y del otro de las tribunas las ofertas surgían, evidenciando lo buscado que son los ejemplares y la fidelidad de los compradores con la familia Elissondo.

Como cada mes de septiembre, quien también dice presente junto a Aiñarbe es Cabaña Santa Rosa que, con unas vaquillonas preñadas y 3 toros puros de pedigree, volvió a tener buena respuesta en la ciudad serrana. Un binomio que va sumando ventas y que primavera a primavera se encuentran para ofrecer lo mejor de su producción.

Diez de diez para una familia que trabaja incansablemente en pos de la ganadería, la cual una vez más  le dio la satisfacción de poder vender lo que producen a una fiel clientela que otra vez dijo presente.